En la fachada lateral, se ve una ventana sobre la puerta que
da al jardín (Si, jardín o más bien huerto) esa es la cocina, el corazón de la
casa. Las salas para tomar el té y recibir visitas son cosas de ricos, en esta
casa con lo que da la tienda y las dos criadas es justito para vivir, no para
grandes lujos.
Asomándonos vemos al desembocar de la escalera la segunda habitación
en tamaño de la casa.
En proceso de colocar el entarimado en el suelo, ya empezaba
a parecer habitable y todo…
Y para sus paredes elegí un amarillo anaranjado que aplique también
con esponja y pinza, aunque al no ser tan estrecho como la escalera, no resultó
tan trabajoso.
Estoy enamorada de este mueble en particular y de los
muebles en kit en general. Consta de 51 piezas y resultó bastante sencillo de
montar. Creo que el entrenamiento montando muebles de ikea en casa ha dado sus
frutos.
Con un trapo de ikea a trozos es como hice estos trapos de
cocina, los veo un poco grandes y terminare rehaciendo los otros que hice y que
aun están sin dar forma. La mancha es zumo de naranja natural.
Y aquí el mueble con el desgastado y uno de los trapos
colocado en su lugar.
La cocina ha sido otro regalo de Maite, junto con el cubo
para carbón. Esta amueblándome la casa poco a poco.
La distribución de la cocina, de momento, queda así. La
madera que hay bajo la cocina se convertirá en una laja de pizarra (algún día)
En la próxima entrada os presentare la tienda y solo nos quedaría
el dormitorio que tardare en poder pintarlo. No tengo decidido todavía el
color.